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La honestidad como herramienta


La palabra alude a aquel que es decente, decoroso, recatado, pudoroso, razonable, justo, probo, recto u honrado. Es decir, la honestidad constituye una cualidad humana que se refiere a comportarse y expresarse con sinceridad y coherencia, respetando los valores de la justicia y la verdad.

Si crecimos en un entorno donde es importante el valor de la honestidad, podría ser difícil concebir este valor debido a que somos una memoria en blanco que se deja arrastrar más por el ejemplo que por la palabra; crecemos con adultos que nos dicen que seamos honestos basados en la verdad y ellos en su mayoría actúan de forma contradictoria.  De la misma forma, si crecemos en un ambiento en donde el valor de la honestidad no tiene ninguna importancia… pues el resultado es el mismo…, somos una memoria en blanco que se deja arrastrar más por el ejemplo que por la palabra.

De esta forma, en nuestro día a día se nos presenta la confrontación entre la verdad que es la base de la honestidad y la mentira, esto va forjando la persona que somos hoy y que seremos en un futuro.  Es lamentable que a veces optemos por la mentira para justificar nuestras conductas, esto nos dirige a enredarnos en la gran madeja falsa en la que crecemos y de la cual ya somos parte, pero siempre con nuestra libre elección… así es, en la mayoría de los casos es el camino más fácil para sobrevivir en una sociedad que cada día avanza hacia la desvalorización de los principios fundamentales del amor y respeto universal.


   “Ser honesto no te traerá muchos amigos, pero siempre te traerá      los correctos”.
                       - John Lennon


La congruencia de nuestro actos con la palabra nos llevan hacia la verdad y confianza - y la confianza genera honestidad… valores en los que se rigen en amor, la paz y la prosperidad.  No es fácil actualmente conducirse con verdad plena debido a que continuamente hay una bruma negra que nos quiere comer para hacernos parte de su indigestión, hay que estar atentos como lo es en el reino animal… ante los depredadores hay que estar siempre atentos y alertas para actuar con rapidez e inteligencia emocional para abrir aún más nuestra consciencia y estar preparados con las herramientas que nos da la misma sociedad y cultura para vivir nuestra día a día en armonía.

Actuar siempre con honestidad da lugar a que se establezca que poseer dicho valor es algo imprescindible en la naturaleza del ser humano pues se convierte en pieza clave en todo tipo de relaciones. Así, es eje en la amistad, en el seno de la familia, en la relación amorosa y de igual manera en cualquier tipo de relación social. Para que cualquiera de aquellas funcione debe existir en honestidad y no falsedad, injusticia o fingimiento. Y es que aquel valor que nos ocupa lo que hace es aportar a los mismos cariño, confianza, amor y sinceridad absoluta.

Que a gusto nos sentimos cuando encontramos a una persona ¡de esas que creemos que ya no existen!, en el pasado se decía que era “hombres de palabra”, realmente es una grata experiencia confiar y estar ante una persona autentica en toda la extensión de la palabra.  Un individuo honesto encuentra el éxito en su vida, se ama y por ende ama a los demás… su exterior se encuentra en congruencia con su interior, es decir, sin el desgaste de representar un papel que genera agotamiento, un ser que se ha encontrado a sí mismo, una semilla que dio frutos y que alimenta de su mismo fruto a otros en la luz de la honestidad.

En concreto podemos determinar que la honestidad es un valor humano que significa que una persona que la tenga no sólo se respeta a sí misma sino también al resto de sus semejantes. Sin olvidar tampoco otras características fundamentales como serían la franqueza y, por supuesto, la verdad.



Referencia: https://prezi.com/l9letnexshxh/la-honestidad-y-la-verdad/

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