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Un salto al amor


Hola me llamo Leonardo y te cuento el momento en el que dejé de ser pobre.

Está experiencia comienza así…

Un día como cualquier otro en fin de semana me encontraba solo en mi habitación, sin ninguna actividad programada y sin saber qué hacer – y de un momento a otro una sensación de tristeza me embargo, una avalancha de desolación se me vino encima; me observe frente a al espejo y vi algo que no era visible; pero que podía ver y no me gustaba.  Me encontraba encerrado en mi mundo egoísta; no queriendo necesitar de nadie por soberbia, “y lo tenía todo”, según mi forma de pensar – tenía salud, un buen trabajo, casa, inteligencia, auto, etc.  Mi diálogo interior del día a día eran frases egoístas, frías, orgullosas… ¡esas oraciones me repetía diariamente… qué esperaba obtener! – solo el alejamiento de calor y compañía de la vida misma.

De repente, un salto al pasado me vino a la memoria de cómo era yo antes de tener todo lo que he logrado.  Una sonrisa se dibujó en mi rostro junto con un sentimiento de alegría al hacer remembranza de las reuniones espontáneas que tenía con mis amigos y familia, compartíamos largas charlas; así como planes que íbamos a realizar juntos… ¡nos carcajeábamos de cualquier tontería!; abrazaba a mamá y me apoyaba mucho en papá.  De pronto, volví a mi presente, mi rostro ya no dibuja esa sonrisa que tenía minutos atrás, reparé en que hace tiempo no experimentaba esas emociones en mi ser, ni dibujaba una sonrisa tan autentica en mi rostro…  ¡En ese momento sentí que la habitación se hace más grande y más vacía!, ¡nunca me había sentido tan solo desde hace tiempo!, lo tenía “todo” y no tenía nada, no tenía con quien compartir; a pesar de que mis seres queridos se encontraban a solo unos pasos de mí… me pregunté: ¿qué me pasó, en qué me convertí? – fue cuando tome consciencia de que me había estado encerrando en mí mismo, en mi mundo egoísta; ¿en qué momento me posicioné en un pedestal y por qué?

Me instruí para no cometer error en lo profesional y en lo social para alcanzar la perfección… cuando la imperfección es lo perfecto de lo imperfecto.

Tal vez la falta de amor a mí mismo, me llevo a dejar de amar todo lo que me rodea, me dirigió a un estado de soberbia, soledad, orgullo, prejuicio, juicio y egoísmo en el que me encontraba.  Los estándares actuales de éxito, banalidad, materialismo, frialdad… de tener que… están de moda de acuerdo a un molde estipulado disfrazado de éxito.

Me encargué de crear riqueza, cuando ya la tenía alrededor, me construí un castillo para vivir y me perdí en lo grande que era.

Pero esta historia no termina aquí, ese momento de soledad determino un cambio en mi vida, escuché la voz que siempre nos habla y que no queremos escuchar… vi lo real y no una fantasía implantada por los medios de comunicación y lo que dicta la norma.  Estoy escribiendo una nueva página, ya que es bien dicho que: “nuestro pasado no determina nuestro futuro, y el mejor regalo es el presente”, para así caer en consciencia de que siempre tenemos el poder y la oportunidad de cambiar nuestro yo y el mundo que nos rodea.  Hoy he limpiado mi espejo y lo veo todo claro, este es el primer paso, es decir, el reconocimiento de ver en lo que me transforme; hoy me lleva y decido hacer el salto al amor y volver a verme y sentirme en armonía, sentirme a gusto conmigo mismo, hoy vuelvo a amarme para amar a lo demás.

Una pequeña guía y reflexión es la siguiente cita:
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia. El amor es no es presumido ni se envanece: no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor, no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad.
 El salto al amor se hace con paciencia, la consciencia y la voluntad son imprescindibles y son una tarea que se debe realizar día a día.  Ahora me íntegro y no me separo del amor.

Y ahora que mañana es mi hoy, hoy inicia con un día esplendoroso teniéndome en primera instancia a mí mismo en el amor, es un placer verme al espejo contemplando la belleza que soy y el sentimiento que esta me hace sentir- ¡ay, pero qué… mi peludo de cuatro patas demanda mi atención, brinca y brinca… es increíble como mi corazón lo hace de la misma forma! - ¡Parecía ser que todo ha cambiado, la casa tiene más luz; pero realmente lo que cambió… fui yo!  - El desayuno está listo, bajo complacido para saborear ese café donde la compañía es el mejor ingrediente, los planes de un nuevo día no pueden esperar, planes que van soportados y acompañados de mis hermanos, un nuevo proyecto está por venir en donde la premisa es el amor, fundamento que predice el éxito en todo.

De la misma forma que he construido todo lo que he querido, hoy construyo todo tomando las bases y consciencia de un amor universal.  Hoy construyo una escena en el que el actor principal soy yo y también puedes ser tú, estás invitado.  Mis brazos y corazón ahora están abiertos para amar y compartir la gran riqueza que todos tenemos; ahora… sí que soy rico… y no como ayer.


Con Sentido Humano

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