La mejor medicina es el Amor

¿Te ha pasado que has estado enfermo bastante tiempo…, pueden ser días, meses o años; y no has sanado? – ¿Inclusive vas de doctor en doctor porque no te detectan nada y te sientes mal? ¿O estas a punto de aliviarte de lo que te aqueja, cuando ya empiezas a tener que atenderte de otra enfermedad?

Basados en que el ser humano es cuerpo, mente y alma; aludimos a cuidar estas tres áreas de forma correcta. Es sólo que como el alma no la vemos… en consecuencia, no la cuidamos.  Uno de los grandes alimentos del alma es el amor. Está comprobado científicamente que el amor refuerza el sistema inmunológico, mismo que cuando disminuyen sus defensas, éste da paso a enfermedades.

Recuerda alguna ocasión que caíste en cama por una gripe, ¡en este caso, mamá (o tutor querido) te puso en cama y te dio sólo consomé de pollo y medicamento!;  o tal vez, recuerda… haz memoria de algún raspón en la rodilla cuando tropezaste jugando en tu infancia - ¡seguramente mamá te abrazo o algún ser querido y te atendieron el raspón!  Pero al hacer esto te dijeron palabras como: ¡No pasa nada!, ¡Mamá está aquí!, ¡Descansa!, etc. – estas palabras y en la atención son actos de amor, ¡esa fue la medicina que te curó, más que el mismo medicamento o químicos que te pudieron haber dado!

Es por eso que (muchas veces), cuando vives con ausencia de amor… enfermas.

Trata de crear y vivir en un ambiente de armonía y tranquilidad, tampoco seas una persona que provoque enfermedad… ¿cómo? – Al tener ausencia de amor se da paso a llenarse uno mismo de vivir de ira, egoísmo, agresividad – es decir – ser una persona tóxica; esto también contribuye a auto-enfermarse y por ende enfermar a los que están a nuestro alrededor de forma inconsciente.  La mayoría de los niños enfermizos viven en un entorno frío y hostil, y por su misma inexperiencia no tienen consciencia y control de sus emociones, por lo que son muy vulnerables a enfermarse.

Por otra parte, se habla mucho del origen emocional de las enfermedades, por esto es relevante tener conocimiento de las mismas para trabajar en las áreas personales en las que se tengan que fortalecer, esto va de la mano con la autoestima- con la valoración y amor que tengamos de nosotros mismos.  Existe una conexión de la autoestima con el alma, la cual es una zona personal que se tiene que conocer y desarrollar; un lugar en donde al fortalecerse ya no se afectará tan “fácilmente” la salud integral de una persona.  Al tomar consciencia de todos los recursos que tenemos, se toma de alguna forma el control del pensamiento, el cual proyecta el estado de conducta y salud de nuestro cuerpo.  Es decir, además de dar y recibir amor para tener y dar salud, la principal fuente de salud, eres tú mismo, al reconocerte como una persona que tiene valor en el mundo, y que debes amarte mucho y ser amado así como respetado por los demás.

Con Sentido Humano