Cuando se toca el tema del perdón, mucho se habla de la
importancia de este acto, pero pocas veces se da una guía para que de alguna
forma el proceso sea más sencillo de lograr.
Es por eso que te presentamos algunos consejos que te
serán útiles.
Los seres humanos - en nuestro diario vivir - muchas veces nos
equivocamos con nuestros actos y ofendemos u otras veces nos ofenden, así que
de principio… es importante perdonar.
Lo más importante en el momento en el que alguien te ofende o hiere, es poner atención en tu
reacción. Hay que tomar consciencia de
la frase “La violencia no se responde con violencia” u “Ojo por ojo, diente por
diente” – en esta última frase no hay que hacer caso porque ¡todos podemos quedar ciegos o sin dientes! Muchas veces la persona que hiere vive algo
que lo está afectando de forma consciente o inconsciente y no se da cuenta del
daño que causa a los demás y a él mismo.
Unos minuto después del momento incómodo, lo mejor es tomar distancia
del lugar y la persona…, respira profundo… cambia el foco de atención y de la emoción de aquel momento; puedes cambiar
a una emoción activa de bienestar como puede ser: escuchar música, ir a
caminar, bailar o hacer algo que te guste; también puedes recordar algo
agradable.
Una vez que se haya relajado el ambiente y bajado la
emoción, ¡si el hecho no excedió limites!,
es importante buscar la reconciliación - sobre todo con la gente que convivimos
a diario, que son amadas y relevantes para nosotros. Hay que expresar nuestro
sentir y punto de vista de forma asertiva, hay que hablar del tema para que no
se vuelva a repetir una situación o molestia igual.
Muchas veces lamentablemente, no hay acuerdo… si se habló
del tema, la ofensa se vuelve a repetir.
Pues intenta una vez más hablar de ello.
Y… si sigue igual… ¡ya no pierdas tu tiempo!.
En ocasiones es mejor dar vuelta a la página, ¡intentaste
hacer lo que estaba en tus manos!, en consecuencia esto ya no te debe afectar, por lo que ya no será necesario tocar más el tema. (Busca herramientas para manejar tus emociones).
En otra situación alguien con o sin intención te ofendió,
te hirió - tratas de hablar con aquella persona - no hay respuesta - ¡déjalo,
dale su tiempo! No toda la gente piensa
igual, no procesa de la misma forma los acontecimientos, permite que trate de
manejar su emoción. Es muy importante que
te desahogues; esto no es lo mismo que
criticar, juzgar o desear mal. Más bien
es buscar consuelo, habla con alguien te escuche para que saques esa emoción negativa que no se debe
quedar en ti, hazlo con algún amigo, familiar, terapeuta, guía espiritual, etc. Una vez hecho dale carpetazo.
En ocasiones la persona que te lastimó te busca para una
reconciliación, pero ¡tú todavía no estás listo para verla, porque aún estas afectado! Trata de que lo sepa, exprésale con el corazón sincero y abierto que
necesitas un poco más de tiempo para sanar la herida. Busca también la sanación de esa herida a
través de Dios, sólo deja que actué en ti.
No fuerces el perdón, “a veces” del tamaño que es la herida es el tiempo
de recuperación, aunque esto no siempre es así, si crees en Dios la sanación
será rápida. Confía en que vas a quedar
liberado, este tipo de experiencias nos hacer más fuertes y sabios.
Es muy importante mostrar disposición de perdón a la
persona que nos hirió – porque al igual- nosotros hemos herido a nuestros
semejantes - de la misma o distintas
formas. Por lo tanto, otorguemos perdón
y misericordia abriendo de nuevo el dialogo de amor ante los demás.
Tú tienes la forma de no esclavizarte en un mundo donde
la única cárcel es en la que te adentras tú solo.
Por otra parte, todo lo anterior no habla de consentir
actos y palabras que nos dañen a nosotros o a los demás. En esto es importante tener y fortalecer la
autoestima, así como también es relevante adquirir habilidades sociales y
emocionales. Hay que estar consciente de nuestra valía como persona, de nuestro
derecho de vida, paz, bienestar, salud, amor y demás; por lo que nadie puede ni
debe abusar en ningún sentido de nadie. Es
necesario establecer parámetros de dignidad y respeto.
Existen situaciones en donde se lastima la integridad
y dignidad de las persona, casos en
donde se incurrió en acto delictivo. En
estos en particular, no es necesaria la reconciliación. Lo importante es vivir tu
proceso personal de perdón para liberarte.
Es aconsejable en estos casos en particular buscar ayuda profesional.
En psicología se dice que cuando se perdona se olvida de querer tomar venganza o justicia contra la otra persona y en muchas situaciones
no se tiene que tener cerca a la persona o llevarse bien con ella.
Es importante destacar que toda acción tiene una
reacción, no porque los actos se perdonen, éstos no tienen consecuencias. Si se efectuó un acto delictivo… la
consecuencia será tener un proceso penal o judicial, según el caso.
Como nos podemos dar cuenta, el tema del perdón es muy amplio. Todavía hay muchas consejos y reflexiones por
tocar. Por lo pronto, espero que te
ayuden estos consejos para el perdón para que tengas paz y tranquilidad contigo mismo y con tu entorno.
Con Sentido Humano
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