Mi corazón se mueve
y resplandece de amor.
Aquí estoy... te veo y te siento,
mí ser abierto está a ti;
he despertado al fin.
Las lágrimas de cristal,
de dicha y alegría,
esto no es melancolía;
lágrimas saladas, la sal
que limpia y purifica.
Vientos de alegría,
entran por el balcón de mi vida
perfume para el alma mía.
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